El Consejo de Ministros aprobó este martes, 23 de junio, un Real Decreto-Ley con medidas para impulsar la transición energética y avanzar hacia un sistema eléctrico cien por cien renovable.

Desde Urbi Solar celebramos una medida que está encaminada a convertir al sector de las energías renovables en el motor de la recuperación económica e industrial tras la crisis de la covid-19. El objetivo es que España obtenga toda su electricidad de fuentes renovables antes de 2050.

La medida gubernamental pretende, entre otras medidas, establecer un marco legal seguro que garantice certidumbre y estabilidad en el sistema energético, así como poner coto a la especulación relativa a los permisos de conexión a las redes eléctricas, estableciendo un calendario obligatorio de cinco hitos que cada promotor debe cumplir o caducará su permiso de conexión.

También se ha diseñado un sistema de subastas nuevo que ofrecerá al promotor un precio a largo plazo por la energía que dé estabilidad en los ingresos de los inversores y traslade al consumidor los ahorros derivados de la producción de electricidad de fuente renovable.

Se dan facilidades de almacenamiento y uso posterior de la energía, y se incorpora la hibridación de energías renovables en una sola ubicación para ahorrar costes de red y reducir el impacto ambiental. Se recalcularán las retribuciones y se habilitará el uso del superávit de ingresos para cubrir desajustes y desviaciones entre ingresos y costes del sistema de 2019 y 2020. También se fomentará la transición energética en regiones afectadas por el cierre de centrales de carbón, la construcción de estaciones de recarga ultrarrápida de coches eléctricos consideradas como infraestructuras de utilidad pública. Además, los municipios podrán usar el superávit presupuestario en la adquisición de vehículos de bajas emisiones hasta un máximo de 100 millones, y la segunda edición del plan MOVE incorporará ayudas para la compra de motos eléctricas.

El impacto de las medidas no se limita al sector energético, sino que también se mejorará la competitividad, el desarrollo y la modernización de la industria, se creará empleo sostenible y de calidad ligado al territorio y se mitigará el cambio climático.

Las condiciones climatológicas españolas –vientos mediterráneos y atlánticos, horas de sol por encima de la media mundial- y la innovación y capacidad de crecimiento del sector permiten que España se encuentre en una inmejorable posición para llevar a cabo una ‘revolución verde’.

Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en los últimos 10 años, el coste de instalar un panel fotovoltaico se ha reducido en España en más de un 80 por ciento y, en consecuencia, el precio al que se vende la energía que genera se ha reducido en un 94 por ciento. La industria española ya es capaz de fabricar casi la totalidad de los elementos de un aerogenerador, el 65 por ciento de los componentes para que funcione una instalación solar y el 90 por ciento de los bienes de equipo necesarios para digitalizar las redes y garantizar las redes y garantizar la integración de las renovables en el conjunto del sistema energético.

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